Sonntag, November 06, 2005

Dedicado a Josep



nselmo tiene 70 años, es docente en La Universidad Tecnológica a punto de retirarse, vive con su esposa y tiene dos hijos, Maritxell y Xavier que le han dado 5 nietos. Nació en el 1935 en Cuba hijo de un catalán republicano emigrado político en la isla, su nombre era Josep. Josep trabajaba en la Tabacalera "Heaven", de capitales norteamericanos, recolectando las hojas secas para los puros. En su casa siempre se habló catalán por lo que los isleños admiraban al niño Anselmo y a su hermana Maite bilingues. A los 15 años Anselmo debió salir al mundo del trabajo para ayudar a sus padres, la situación económica era de fuerza mayor, a su padre le preocupaba que por esto abandone los estudios, sin embargo el niño no cejó en su formación estudiando de noche luego del día laboral. Anselmo recuerda uno de sus primeras experiencias en su trabajo cuando le comunicaron que debía aprender a fumar para seguir allí, que todo el personal debía fumar, volvió muy preocupado a su casa. Compartió con su padre la situación y Don Josep debió enseñarle cómo simular que fumaba, hacerlo cuando estaba con mucha gente alrededor, hasta le enseñó cómo agarrar el cigarrillo, para poder conservar el trabajo. La cuestión era que su padre había sido fumador pero a sabiendas de que no es un buen hábito lo dejó para cuidar su salud. También recuerda Anselmo cuando debía dormir en el galpón donde se guardaban las hojas secas de tabaco que provocaban a más de uno accesos de asma o agravamientos respiratorios a los más débiles. Así pasaba el tiempo y Anselmo se recibió de Ingeniero, conoció a una maravillosa isleña quien le dió dos preciosos niños y una maravillosa familia. Su carrera fué fructífera llegando a presentar trabajos en prestigiosas universidades de Estados Unidos, Europa y en Cataluña donde se reencontró con sus raíces. Ya a los 65 años todavía le resonaba el eco de Catalunya y no desaparecía la seducción ejercida en él cuando visitaba ese País, así hoy cinco años hace que volvió a la Ciudad Condal de su padre, han venido acompañándolo además de su esposa, su hermana, Meritxell y Xavier y sus nietos con quienes recorren sus raíces. Bienvenido denuevo y siempre Don Anselmo.
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