Sonntag, Januar 22, 2006

La Marea



ada vez que tengo un revés en el trabajo me paralizo en mis actividades más placenteras, me undo junto con el problema laboral dejando todo lo demás allá arriba en la superficie donde brilla el sol, porque además duermo mucho y del sol brillante sólo veo sus últimos débiles rayos de la tarde. Primero fue estudiar alemán, lo que me carga de alegría de tan sólo escucharlo o pensar en el curso tan gracioso con "Ex" (un duende del curso). Ahora he abandonado Eugenis y lo retomo hoy tímidamente sin pensar en el dolor por la posibilidad de retraerme denuevo. El primer revés fue por un mal entendido exceso de celo por mi responsabilidad médica desestimando la capacidad de enfermería, según ella haciéndola sentir una estúpida por mis señalamientos, realmente no quería que den ni una aspirina sin mi consentimiento... cosa que sigo pensando que no está del todo mal auque podría haber mostrado una fachada de negociado o mostrarme permeable a la duda; ahora el problema es no imponer el criterio médico ante una enfermera que se niega de todas maneras a hacer su trabajo, por mi falta de carácter. Desde que me llamaron la atención, hace dos semanas, he intentado hablarlo con el previsible fallo ya que llevamos una historia de dos meses intentando yo convencerla para sentarnos y armar los circuitos internos de farmacia; le hice una perorata delante del médico designado para que me controlara, antes lo había hecho a solas pero nadie se enteraba, sigo más de cerca la farmacia controlando yo a su vez a la enfermera para poder ayudar a los demás a organizar la medicación ya que ella misma no se ordena e intentando llevar esto a dirección lo que no pudo ser ya que estaba ocupada en otras cuestiones comerciales urgentes, a mi parecer no tan importantes lo cual se lo hice saber en ese mismo momento ante la trabajadora social (el tema de la coordinación con el centro de atención primaria, quienes nos proveen de las recetas para nuestra medicación). No sé exactamente qué idea tiene de mí este médico, en lo humano creo que salí bien, en lo organizacional no creo, tengo muchas cosas por ordenar, me surgen funciones nuevas todas las semanas y no tengo tiempo de estructurarlas, menos sin la cooperación de esta persona quien es el puente para poner en práctica los circuitos asistenciales, por más que se me ocurran maneras no están entre sus prioridades llevarlas a cabo con lo que estropea mi trabajo o la salud de los pacientes. En síntesis, está muy mal que ella no haga pero también está mal que yo no la haya obligado... no es mi empleada, es un par del equipo, empezaré a tratarla como empleada mia?
.

Keine Kommentare:

Kommentar veröffentlichen