e llamo Magda. Mi papi no está en casa, todavía no llegó aunque mamá siempre le espera y me dice que pronto llegará para ir juntos al parque.
Mientras él está allá lejos, en un país donde hace cosas muy buenas aunque la gente no le entienda, eso me dice mama y a mí me parece bien.
A veces me siento rara, cuando hablo de mi papá y de mi mamá siento que somos diferentes.
Alguna gente no me habla o les siento distante. No sé porque.
Cuando le pregunto a mamá el trabajo de papá, porque no supe contestar a Nadia mi mejor amiga, ella tampoco me sabe explicar, raro. Solamente se pone triste y nos acordamos de lo último que contó papá.
Él siempre tiene la voz entrecortada, tiene poco tiempo para hablar, aprovecha para contar y siempre está pendiente de los muertos, de escapar, y de cosas así. Pero mamá se pone muy contenta de escucharlo y yo también aunque después Nadia y los del cole no entiendan. La verdad es que yo tampoco entiendo.
Muchas veces tengo ganas de llorar, no lo hago delante de mamá para no atormentarla, pero se me escapa cuando estoy sola o cuando me hacen esas preguntas que no entienden. Sí, mi papá en su trabajo mata gente, porque los otros son malos, pero cuando todo termine volverá y podrá tener una vida normal, ya no será peligroso su trabajo. Aunque mientras me diga que me quiere y que volverá, a mí y a mi mamá ya el tema de la muerte y todo eso no nos preocupa, porque el es bueno. Y nos quiere.
Te pido Dios, que papá vuelva a casa. Y prometo no llorar.
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Mientras él está allá lejos, en un país donde hace cosas muy buenas aunque la gente no le entienda, eso me dice mama y a mí me parece bien.
A veces me siento rara, cuando hablo de mi papá y de mi mamá siento que somos diferentes.
Alguna gente no me habla o les siento distante. No sé porque.
Cuando le pregunto a mamá el trabajo de papá, porque no supe contestar a Nadia mi mejor amiga, ella tampoco me sabe explicar, raro. Solamente se pone triste y nos acordamos de lo último que contó papá.
Él siempre tiene la voz entrecortada, tiene poco tiempo para hablar, aprovecha para contar y siempre está pendiente de los muertos, de escapar, y de cosas así. Pero mamá se pone muy contenta de escucharlo y yo también aunque después Nadia y los del cole no entiendan. La verdad es que yo tampoco entiendo.
Muchas veces tengo ganas de llorar, no lo hago delante de mamá para no atormentarla, pero se me escapa cuando estoy sola o cuando me hacen esas preguntas que no entienden. Sí, mi papá en su trabajo mata gente, porque los otros son malos, pero cuando todo termine volverá y podrá tener una vida normal, ya no será peligroso su trabajo. Aunque mientras me diga que me quiere y que volverá, a mí y a mi mamá ya el tema de la muerte y todo eso no nos preocupa, porque el es bueno. Y nos quiere.
Te pido Dios, que papá vuelva a casa. Y prometo no llorar.
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