oy fui a visitar a Juan a su casa, me acompañó todo el equipo, la trabajadora social Xus y la enfermera Ana. El estaba sentado en el patio mirando las montañas y el mar que le rodeaban, con sus manos unidas a las de su esposa. Juan estaba bien, no obstante se sentía un poco débil y no podía dejar de pensar en todas las cosas que hacía antes y ahora prefiere no intentarlo para no cansarse. Entre otras cosas nos contó que últimamente escucha más a la gente, y entiende pocas cosas, en general las vé muy preocupadas por cosas que no lo merecen, o usando su tiempo para cosas que no son tan importantes, muchas veces finalmente se cansa de ellos y vuelve a su soledad y meditaciones. Ayer, después de estas charlas sin sentido decidió ir al jardín junto a las plantas y los árboles para disfrutar de la vista de la montaña y el mar. Qué sorpresa! Las plantas y los árboles también le hablaban!
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